El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) fue identificado en la década de los años 80. Desde entonces se ha cobrado la vida de más de 35 millones de personas en todo el mundo, lo que lo ha convertido en una de las pandemias más letales de la historia.
 

Desde 1988, cada 1 de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA. Gracias a los tratamientos antirretrovirales, la calidad de vida de los pacientes ha mejorado significativamente, no obstante, aún sigue siendo necesario concienciar a la sociedad, los medios y los organismos implicados para evitar que la falta de financiación haga peligrar la sostenibilidad de los servicios.
 

En el año 2004 se creó el programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el SIDA (ONUSIDA) cuyo esfuerzo está orientado a poner fin a la enfermedad. Esta meta también forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030.
 

Bajo el lema “Las comunidades marcan la diferencia” personas de todo el mundo participarán en actividades y eventos organizados por las diferentes organizaciones. Se trata de sensibilizar a la comunidad internacional para reducir el estigma y la discriminación a pacientes con esta enfermedad e instar a los gobiernos a cumplir sus compromisos en esta lucha.